martes, 4 de marzo de 2014

SENTIDO COMÚN.-

Nada mejor para hallar la verdad, que dejar hablar en nosotros al sentido común, “el menos común de los sentidos”, pero para que este sentido florezca hace falta desarrollar la paz y la serenidad en nosotros, de modo que la voz interior pueda ser escuchada.

Se nos dirá que es imposible, que en este mundo ruidoso no cabe la posibilidad del silencio: pero recordemos que, por ejemplo, las artes marciales orientales surgieron en cuanto los hombres, privados de armas, tuvieron que ingeniarse para usar sus propias manos en defensa de la vida.

Así, nosotros podríamos aprender a hacer silencio en medio del ruido.

Vacíate, por un momento, de conceptos, información, técnicas, citas de maestros, personas,terapias…

Vacíate de tus recuerdos, especialmente de aquellos que te traen temores.

Vacíate de proyectos y esperanzas para el mañana, si.

Vacíate de venganzas y rencores, de odios ancestrales.

Vacíate de idolatrías, de adoraciones…

Vacíate de tu nombre y de tu historia, de quien eres y quien fuiste, de lo que hayas leído y lo que hayas aprendido, de tus habilidades y tus torpezas, de tus problemas físicos, de tu vejez o tu juventud, de tu fealdad o de tu belleza, de tu altura o tu baja estatura.

Vacíate del cargo que tienes en tu empresa, del humilde trabajo que realizas a diario, de los maravillosos escritos que has producido, o de las apenas legibles frases que eres capaz de escribir y pronunciar.

Ahora que has logrado descargar todo ese bagaje que tanto te pesa, pregúntate:

¿Cuál es mi problema AHORA?, no hace diez minutos, ni dos, ni uno, ni dentro de una hora, o mañana. AHORA.

Pregúntate: ¿Quién soy ahora, que estoy vacío?.

Observa el mundo ahora desde este vacío, con ojos puros y limpios. ¿Que ves?

Comienza a caminar libre de equipaje y ya nada será como antes.

JOSE M. MOSQUERA

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